14.02.2022
Nos faltan palabras capaces de representar una vida que de repente nos ha dejado.
Una vida contiene muchas vidas, muchas historias y un legado familiar que hoy se siente apretado en el pecho.
Manel abrazó Alfaloc, entre Portugal y España, cultivó el compañerismo y se entregó a todo de manera intensa y apasionada.
Queda en nuestro recuerdo la imagen de un Manel que siempre tenía una sonrisa, un chiste gracioso y una fuerza que, seguro, no quería que le quitaran todavía.
Disfruten del momento presente porque el mañana puede no ser nuestro.
Hasta siempre Manel.
1968-2022